La Dirección Correcta: Más Allá de los Recursos, Encuentra tu Rumbo
enero 22, 2025 | by jtroncosomonroy@gmail.com

Introducción
En un mundo que parece moverse a toda prisa, a menudo confundimos actividad con progreso. Nos enfocamos en acumular recursos, habilidades y experiencia, creyendo que esto garantiza el éxito. Pero a mi edad, me suelo preguntar: ¿Qué ocurre si todo nuestro esfuerzo está dirigido hacia el lugar equivocado? Reflexionar sobre esto no es sencillo, porque implica detenernos y cuestionar las decisiones que nos trajeron hasta aquí. La historia del consejero Ji Liang nos invita precisamente a eso: evaluar si realmente estamos avanzando o simplemente nos alejamos más de nuestras metas.
La moraleja de un camino mal elegido
En el cuento, Ji Liang ilustra con gran sabiduría que ni los mejores caballos, ni el cochero más experimentado, ni el dinero del viajero pueden compensar una dirección equivocada. Esta lección, sencilla pero poderosa, aplica no solo a las decisiones estratégicas de un reino, sino también a nuestras propias vidas. Sin claridad de propósito, cualquier recurso o esfuerzo puede volverse inútil, llevándonos a un vacío de frustración y desgaste.
Ejercicio de coaching: Encuentra tu brújula interior
Como es costumbre en las publicaciones de este blog, suelo proponer algún ejercicio aplicando herramientas de coaching y/o Programación Neurolingüística, esperando que les sea de utilidad. En este caso, trabajaremos en la búsqueda de nuestra brújula interior.
Objetivo: Identificar si estás avanzando hacia tus metas o si necesitas redirigir tu camino.

- Haz una pausa consciente: Busca un espacio tranquilo donde puedas reflexionar sin interrupciones. Cierra los ojos, respira profundamente tres veces y deja que tu mente se calme.
- Visualiza tu meta: Pregúntate:
- ¿Qué es lo que realmente quiero lograr?
- ¿Cómo se ve y se siente ese destino?
- Escribe tu mapa: En una hoja, dibuja un camino que simbolice tu situación actual. Marca en un extremo tu punto de partida (dónde estás) y, en el otro, tu meta deseada. Identifica:
- Los recursos que tienes.
- Los obstáculos en el camino.
- Las decisiones que necesitas tomar para avanzar.
- Evalúa tu dirección: Reflexiona sobre estas preguntas:
- ¿Estoy moviéndome hacia mi meta o alejándome de ella?
- ¿Mis acciones diarias están alineadas con mi propósito?
- ¿Qué ajustes necesito hacer para redirigir mi camino?
- Elige un paso consciente: Decide una acción concreta que puedas realizar hoy mismo para acercarte a tu destino. Asegúrate de que sea sencilla, alcanzable y alineada con tus valores.
Este ejercicio no solo te ayudará a replantear tu rumbo, sino también a asegurarte de que cada paso que des esté cargado de intención y propósito.
Conclusión
La dirección correcta es más importante que cualquier recurso que podamos tener. Nos recuerda que el verdadero éxito no proviene de cuánto nos esforzamos, sino de la claridad con la que definimos hacia dónde vamos. En un mundo que prioriza el movimiento constante, es un acto de valentía detenerse, reflexionar y redirigir el rumbo cuando es necesario.
El éxito auténtico no se mide por la velocidad, sino por la certeza de que estamos avanzando hacia lo que realmente importa. ¿Hacia dónde diriges tus pasos hoy? La claridad es un motor de éxito
RELATED POSTS
View all