Claves de autoconocimiento para el desarrollo personal y profesional

Introducción

A veces sentimos el deseo de cambiar algo importante en nuestra vida: mejorar nuestras relaciones, avanzar en nuestra carrera, tener más equilibrio y, sin embargo, ese deseo flota como una nube sin dirección. ¿Por qué nos ocurre esto? Posiblemente porque no basta con tener una intención; necesitamos transformarla en una brújula concreta y alcanzable.

En coaching, ese puente entre el anhelo y la acción se llama objetivo SMART. Pero no se trata solo de llenar cinco casillas con palabras “bonitas”. Se trata de encontrar claridad, compromiso y conexión emocional con lo que realmente queremos lograr.

Hoy te invito a explorar, desde la experiencia, cómo podemos diseñar objetivos que no solo suenan bien, sino que nos hacen mover.

Lo que nos pasa cuando no tenemos un objetivo claro

Muchos de nosotros solemos empezar el año con ganas de cambiar de trabajo, ponernos en forma, iniciar un proyecto y tres semanas después, volvemos a lo mismo.

¿Por qué? Porque no basta con decir “quiero cambiar de trabajo”. ¿Qué tipo de trabajo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Cómo sabremos que lo hemos logrado?

La vaguedad nos desconecta. La claridad nos activa.

El modelo SMART: Una brújula para objetivos reales

Un objetivo SMART es:

LetraSignificadoPregunta clave que nos hacemos
SEspecífico¿Qué exactamente quiero lograr?
MMedible¿Cómo sabré que lo he logrado?
AAlcanzable (o retador)¿Es realista y movilizador para mí?
RRelevante (alineado)¿Por qué es importante para mí lograr esto?
TTemporal (con plazo)¿Cuándo quiero lograrlo?


Ejemplo vivencial:
“Quiero emprender”

Versión genérica (no SMART): “Quiero empezar a trabajar por mi cuenta.” → ¿Cómo lo volvemos SMART?

Versión SMART reformulada: “Voy a lanzar mi primer servicio de coaching individual, ofreciendo 3 sesiones gratuitas a personas de confianza, durante el mes de junio, para ganar experiencia y obtener testimonios antes del 15 de julio.”

✔ Es específico: el qué, el cómo y con quién.

✔ Es medible: 3 sesiones gratuitas.

✔ Es alcanzable: empieza con su círculo cercano.

✔ Es relevante: está alineado con su propósito de ser coach.

✔ Es temporal: tiene fecha de inicio y de cierre.

¿Lo sentimos? Sí. Porque ahora hay dirección, compromiso y sentido.


Ejercicio de aplicación: “Transformando mi deseo en un objetivo SMART”


Paso 1 – Escribe un deseo que tengas, por ejemplo: Quiero tener más tiempo para mí.

Paso 2 – Responde a estas preguntas:

  1. Específico: ¿Qué haré exactamente?

  2. Medible: ¿Cómo sabré que lo estoy logrando?

  3. Alcanzable: ¿Es realista para mí ahora? ¿Qué ajustes necesito?

  4. Relevante: ¿Por qué es importante lograr esto en este momento de mi vida?

  5. Temporal: ¿En qué plazo lo quiero lograr?


Ejemplo transformado:

“A partir del próximo lunes, me reservaré dos horas semanales (martes y jueves de 20 a 21 h) para actividades personales que me recarguen, durante al menos un mes, evaluando al final cómo me siento y si quiero continuar o ajustar.”

✔ Suena a vida real. ✔ Suena a cuidado propio. ✔ Suena a compromiso.

Conclusión

Un objetivo sin forma es solo un deseo y los deseos, sin dirección ni compromiso, suelen perderse en el ruido cotidiano. Pero cuando nos tomamos el tiempo para darles forma, sentido y plazo, empiezan a tomar vida.

En coaching, formular objetivos SMART no es un trámite técnico: es un acto de autoliderazgo, de responsabilidad afectiva con nosotros mismos. Porque merecemos objetivos que nos inspiren, pero también que nos desafíen y nos sostengan en el tiempo.

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