Creencias: Las Historias que Nos Cuentan… y que Podemos Reescribir

Introducción

Hay algo profundamente humano en contar historias. Las historias nos unen, nos definen, nos consuelan. Pero hay un tipo de historia que se desliza de forma silenciosa, casi inadvertida: la que nos contamos a nosotros mismos sobre quiénes somos, qué merecemos y cómo funciona el mundo.

Estas historias no suelen comenzar con “Érase una vez”, pero sí con frases como: “Soy así”, “Nunca podré”, “Esto no es para mí”. Y aunque muchas veces las repetimos como verdades absolutas, en realidad son creencias: mapas internos que fuimos dibujando a partir de nuestras experiencias, heridas, aprendizajes, modelos y palabras ajenas que hicimos propias.

En una sociedad líquida que privilegia la apariencia, la rapidez y el consumo, estas creencias se disfrazan de identidades. Pero si las miramos de cerca, notaremos que muchas son simplemente historias desactualizadas que seguimos repitiendo, aunque ya no nos sirven. El gran poder de la PNL (Programación Neurolingüística) es justamente ese: mostrarnos que podemos reescribir esas historias.

Creencias: Cómo construimos (y podemos reconstruir) el mapa desde el que vivimos

La PNL parte de un principio fascinante: el mapa no es el territorio. Es decir, no vemos el mundo tal como es, sino tal como somos. Nuestra percepción está mediada por filtros mentales (creencias, valores, experiencias pasadas) que actúan como los lentes de una cámara: encuadran, desenfocan, magnifican o minimizan lo que percibimos.

¿Te has preguntado cuántas decisiones importantes has tomado basándote en ideas heredadas o en juicios aprendidos antes siquiera de tener criterio propio?

Las creencias actúan como profecías auto-cumplidas. Si creo que “el mundo es peligroso”, actuaré con sospecha y atraeré situaciones que validen ese miedo. Si creo que “no soy suficiente”, veré confirmación de ello en cada mirada que interprete como crítica. Pero si comienzo a cuestionar esas ideas, a mirar más allá del guion aprendido, empiezo a abrir nuevas rutas en mi mapa.

Y como bien lo sabes —porque lo has sentido— cambiar una creencia no es solo cambiar una idea: es abrirle la puerta a una vida distinta.

Ejercicio de Coaching con PNL: Reescribiendo Tu Historia en 6 Pasos

Este ejercicio está basado en el tradicional Reencuadre y el Cambio de Historia Personal y está diseñado para ayudarte a transformar una creencia limitante mediante el uso de submodalidades (los componentes sensoriales de nuestras representaciones internas) y el reencuadre en seis pasos.

Pasos del ejercicio

1. Elige tu creencia limitante.
Piensa en una creencia que te ha estado limitando. Puede sonar así:
– “Siempre fracaso en lo que empiezo.”
– “No soy bueno comunicando.”
– “No soy digno de amor.”

2. Visualízala como una escena.
Cierra los ojos e imagina una escena que represente esa creencia. ¿Dónde estás? ¿Quién más aparece? ¿Qué se dice o se hace? Obsérvala como si fuera una película.

3. Explora sus submodalidades.
¿Es en color o blanco y negro? ¿Cerca o lejos? ¿Con sonido o sin él? ¿En movimiento o estática? Toma nota de cada detalle.
Aquí puedes modificar: cambia el tono de voz, haz la imagen más lejana, convierte los colores en sepia o ponle música absurda. Tu mente responde a estos cambios más de lo que imaginas.

4. Descubre la intención positiva.
Pregúntale a esa creencia: “¿Qué has estado intentando proteger en mí?”
Tal vez su intención era evitar el dolor, el rechazo, o la vergüenza. Reconócelo con gratitud. Toda creencia limitante tiene una raíz de cuidado… aunque sus frutos hoy te impidan crecer.

5. Crea una nueva historia.
Ahora imagina una escena alternativa donde tú actúas desde una creencia potenciadora. Puede ser:
– “Tengo derecho a aprender y crecer.”
– “Puedo comunicar con autenticidad.”
– “Merezco amor solo por ser quien soy.”

Visualiza esa nueva escena con detalles vívidos. Aumenta su brillo, su volumen, su cercanía. Siente en el cuerpo la emoción de vivir desde esa nueva creencia.

6. Integra.
Respira profundo. Lleva esa nueva escena al lugar donde antes estaba la vieja historia. Como si cambiaras el archivo en la videoteca de tu mente. Deja que esa nueva imagen ocupe su lugar, y dile a tu inconsciente: “Gracias. Ahora elijo una historia que me potencia.”

Repite este ejercicio cada vez que detectes una creencia que ya no vibra con quien eres ni con quien quieres ser.

Conclusión

Reescribir nuestras creencias es uno de los actos más revolucionarios que podemos hacer en un mundo que insiste en vendernos lo que debemos pensar, sentir y desear. Cambiar la historia personal no es negar lo vivido, sino reencuadrar desde la conciencia, desde ese lugar donde dejamos de ser víctimas del pasado y empezamos a ser autores del presente.

El mapa no es el territorio, pero si modificas tu mapa… cambiarás el camino.
Y tal vez, al final, descubras que la única verdad que importa no es la que te dijeron, sino la que tú decides escribir.